CRITERIOS E INDICADORES EVALUATIVOS DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA |
Revista Cognición 37 - Ponencias | |||||
CRITERIOS E INDICADORES EVALUATIVOS DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA Sonia Isabel Muñoz Muñoz Resumen: La educación a distancia virtual necesita de un modelo educativo que entregue a los alumnos, usuarios de este sistema de formación las ventajas que aporta esta educación en su formación. El tipo de estudio es descriptivo cualitativo tomando como muestra dos instituciones de educación superior chilenas que dictan programas a distancia La educación es una actividad propositiva, intencional y, en consecuencia, la determinación de si se logran, y en qué grado, las metas es un elemento constitutivo de la propia acción. Las metas se logran si el sistema educativo propuesto cumple con las expectativas de los alumnos. Es por ello que la educación a distancia posibilita los procesos de gestión institucional, autoformación, autonomía y desarrolla el pensamiento creativo y constructivo. Los paradigmas educativos entregan a los alumnos diversidades de formación , es por ello que se hace necesario crear un modelo de calidad que incluya funcionalidad, eficacia y eficiencia para que sea operativo , es decir , posibilite su acceso a todos los alumnos y a quienes preparan la formación de ellos. El objetivo general de esta propuesta se centra en el desarrollo y validación de un modelo de calidad, de acuerdo a indicadores relevantes y utilizables para la evaluación de Instituciones de Educación Superior que ofrecen educación a distancia. El modelo propuesto en esta investigación ayuda a desarrollar competencias , y criterios de evaluación en todos aquellos que participan en las instituciones que preparan materiales didácticos y educativos de formación para una educación de calidad al igual que la presencial. Palabras claves: ventajas indicadores, criterios, calidad modelo.
Importancia de la educación a Distancia en el mundo actual y criterios y indicadores de evaluación del proceso a través de las ventajas que ofrece este sistema educativo. El ser humano busca oportunidades; aprender para aprender más y tener mejores oportunidades. Para dar respuesta satisfactoria a esta necesidad creciente de aprender, es indispensable buscar nuevas formas de educación porque es prácticamente imposible hacerlo mediante los procedimientos y medios tradicionales. En la búsqueda de dar respuesta a esta creciente demanda por una formación permanente, de calidad, es la educación a distancia quien ha mostrado mayor efectividad rompiendo las barreras del tiempo y espacio, al ofrecer métodos, técnicas y recursos que hacen más efectivo y flexible los procesos de enseñanza aprendizaje, mediante el uso de material de autoinstrucción, o de tecnologías, los sistemas de informática, Internet y el software interactivo. De acuerdo con Anthony Kaye, La Educación a Distancia , en contraste con la Educación Tradicional, caracteriza a la separación completa en términos de espacio y tiempo, para la mayoría de las actividades de la enseñanza aprendizaje la enseñanza está mediada, a través de varias tecnologías y el aprendizaje normalmente está realizado en una base individual mantenida como estudio independiente en el espacio privado del alumno o en el sitio del trabajo. La educación a Distancia no pretende combatir ni suplantar la enseñanza tradicional, la enriquece, la complementa, la actualiza, la trasciende en el tiempo y espacio. La educación a distancia debe considerarse como una estrategia educativa basada en el uso intensivo de las diversas formas de comunicación y el de las nuevas tecnologías, así como también de estructuras operativas posibles y métodos pedagógicos altamente eficientes de los procesos de enseñanza aprendizaje. Es necesario tener presente que la calidad de la educación a distancia se da a través de:
Para conocer los avances que se van teniendo se deben considerar las ventajas que proporciona la educación a distancia , si éstas se toman como base se pueden formular criterios de calidad educativa . Las ventajas de la Educación a distancia señalan que:
Los indicadores de criterios que permiten advertir, darse cuenta de los diferentes tipos de conocimientos que pueden lograr los estudiantes que optan por esta modalidad, en ella se deben buscar indicadores y criterios que aseguran la calidad educativa. En la gestión, educativa los indicadores a través del tiempo han servido como aspectos claves en la planeación, definición, desarrollo e implementación de políticas. Esta situación se da a partir de esta virtud que tienen los indicadores de mostrar anticipadamente algunas situaciones y de construir escenarios futuros, abriendo también la posibilidad no sólo de conocerlos sino, en su caso, transformarlos. No se puede negar que la aplicación de indicadores ha derivado en la posibilidad de reorientar el trabajo académico y administrativo redefiniendo cada uno de ellos y dotándolos de un nuevo sentido. En la actualidad, muchas de las reformas dadas en estos dos ámbitos (académico y administrativo) parten de la información arrojada de un número determinado de indicadores, pues éstos, permiten contrastar el fin de una actividad con la calidad de sus resultados. En este sentido, la implementación de indicadores ha respondido no sólo a una necesidad institucional sino que es más bien a la inversa: la aparición y preponderancia que han cobrado reside en el reclamo de organismos nacionales e internacionales. Dicho reclamo parte precisamente del interés de contar con elementos suficientes que les permitan justificar la distribución de los recursos y el apoyo que prestan a programas y proyectos que de ella se derivan. Es bajo esta mirada, que los indicadores buscan por una parte mejorar la información haciéndola confiable y, por otra, establecer la posibilidad de que ésta sea comparable entre instituciones y países. Funcionalidad, eficacia y eficiencia, susceptibles, en muchos casos se pueden cuantificar.
La determinación de los indicadores de funcionalidad, aplicables fundamentalmente a los niveles de institución y de sistema universitarios, academias e institutos , plantea dificultades en las sociedades pluralistas y democráticas, dados, por un lado, la diversidad de valores, aspiraciones y necesidades sociales que coexisten en ellos y, por otro, la falta de acuerdo sobre las metas educativas deseables. En todo caso, existen técnicas para determinar los niveles de aceptación de los valores, metas y productos de las instituciones universitarias, base principal de los indicadores de funcionalidad. Estos índices pueden agruparse en cuatro categorías: Los que expresan relaciones entre estructura, procesos directivos y de gestión, investigadores, evaluativos, curriculares e instructivos en las instituciones universitarias y los valores, expectativas y necesidades sociales: estructura de autoridad y participación en el sistema decisional en el centro; Los que expresan relaciones entre producto y resultados de los programas académicos, y expectativas y necesidades sociales: Los que expresan relaciones entre metas y objetivos de la educación universitaria y las aspiraciones, expectativas y necesidades y demandas de formación superior en la sociedad. El problema para la determinación de los indicadores incluidos en este grupo es la falta de acuerdo y consenso sobre las metas sociales relevantes y las metas universitarias pertinentes y contingentes. 2. Eficacia: La determinación de los indicadores de eficacia se apoya fundamentalmente en la evaluación del producto, tomando como instancia de referencia las metas y objetivos del sistema o de la institución. La dificultad aquí proviene, de una parte, de la ambigüedad inherente a las propias metas y objetivos educacionales y, de otra, de la deficiente conceptualización del producto (de la Orden, 1985 b). Resulta, por tanto, ineludible profundizar en el análisis del rendimiento educativo para progresar en la identificación de sus dimensiones básicas y llegar a definiciones operativas. 3. Eficiencia La determinación de los indicadores de eficiencia se apoya fundamentalmente en la valoración de los costos de todo orden (personales, temporales, sociales, materiales, económicos, renuncia a otros logros, etc.) que suponen los resultados obtenidos. Se trata, pues, de expresar la relación medios-logros y su dificultad radica también en el carácter elusivo y ambiguo de estos conceptos en el ámbito universitario. Según se definan e identifiquen los inputs y outputs, se configuran tres grandes categorías de índices de eficiencia universitaria (Lindsay, 1982):
1. Nivel alcanzado. Este ámbito incluye siete indicadores, donde para algunos campos 2. Éxito y transición. Esta categoría incluye tres indicadores especialmente importantes desde el punto de vista político y estrechamente relacionado: la tasa de abandono escolar, la finalización de la educación superior y la participación en la educación superior. 3. Seguimiento de la educación escolar. Esta categoría se refiere a la participación de las partes interesadas y son la evaluación y conducción de la educación escolar y la participación de los padres. 4. Recursos y estructuras. Esta categoría aborda aspectos importantes de la infraestructura: gasto educativo por estudiante, educación y formación de los profesores, participación en la educación infantil y número de estudiantes por ordenador. Construyendo la Calidad. Principios del modelo educativo a distancia
Criterios para definir el modelo educativo a distancia
Los indicadores e índices de desempeño que conforman el modelo:
Todo ello con el fin de efectuar el análisis de la operación del programa y asumir la determinación de ajustes que permitan una mejora en su funcionamiento. Algunos criterios de evaluación susceptibles de emplearse en la determinación de tales indicadores son la eficacia, la pertinencia, la oportunidad, la suficiencia, la claridad, la accesibilidad, la cobertura de los insumos, recursos, actividades, servicios y productos de nuestros programas educativos. Según nuestro modelo, la eficacia por si misma no garantiza la calidad de la educación universitaria, ya que los objetivos logrados pueden no representar las opciones más relevantes. Más aún, una institución con un máximo de eficacia y eficiencia, es decir, coherencia completa entre todos los componentes representados en el modelo del sistema, excepto las expectativas y necesidades reales de educación superior de los individuos y de la sociedad (perfil axiológico y aspiracional), resultaría un instrumento perfecto para realizar una función diferente de aquella para la que ha sido establecido. Conclusiones
CURRICULUM VITAE
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